¿Suena alarmante? Sí, así suena, pero lamentablemente esa es la realidad que viven las mujeres de Juárez desde hace más de 15 años, mujeres con sueños e ilusiones que les han sido arrebatados, familias sufriendo la pérdida de ellas y autoridades a las 400 o más mujeres desaparecidas aún no les parecen suficientes.
El problema ha causado gran preocupación entre la sociedad y no es para menos. Mientras que fuentes no gubernamentales hablan de más de 350 asesinatos, a las fuentes de gobierno les hacen falta unas clases de matemáticas básicas para aprender a contar, porque en sus listas no aparece ni la tercera parte de la cifra real.
Se tiene una Fiscalía Especial para la Investigación de Homicidios de Mujeres, sin embargo a pesar de que en ese lugar trabajan también mujeres en lugar de preocuparse y en verdad buscar soluciones al problema, prefieren hablar muy bien de la Procuraduría de Justicia, lo que han olvidado es que ellas también son mujeres y que sus hijas, sobrinas o nietas corren el mismo riesgo que aquellas de las que “según” investigan sus casos.
Cada vez son más las mujeres que por la necesidad se ven orilladas a tomar decisiones que pueden afectar su vida no sólo positivamente, esa es la situación de muchas de las han cambiado su lugar de residencia a Ciudad Juárez, mujeres que como algunos dicen: “le echan ganas para salir adelante”.
¿Con qué derecho se le quita la vida a una persona? Yo me pregunto si todo esto responde a que son mujeres, porque no se han dado casos de asesinato a hombres, es repugnante que el derecho a vivir se pierda por personas que no están bien de sus emociones o tienen traumas que no les permiten darse cuenta de la magnitud del daño que están cometiendo.
Las autoridades en lugar de buscar soluciones efectivas expresan que los culpables ya están detenidos, pero detrás de las rejas están sólo aquellos que sin siquiera pensarlo responden a las características de los asesinos “supuestamente”.
Casi todas las víctimas son estudiantes y obreras, son secuestradas y sufren de violencia sexual, mordazas, mutilación, golpes, cuchilladas y más para finalmente quedar sin vida y ser tiradas como un costal de basura en lotes baldíos dentro de la ciudad o en lugares solitarios en las orillas.
Esta muerte no se le desea a nadie y si bien es cierto que no es posible poner a un policía detrás de cada mujer para ser cuidada, lo que si es posible es comenzar a ejercer justicia de verdad, deteniendo a quienes son culpables y contratando personas eficientes para desempeñar los cargos que esta difícil pero necesaria investigación requiere.
De no hacerse nada a la voz de ¡YA! La situación se volverá cada vez peor y bajo esas normas que vive el mexicano, en las que después de ver que algo sucede con continuidad lo convierte en normal estaremos cerca de ver “normal tantos asesinatos.
El problema ha causado gran preocupación entre la sociedad y no es para menos. Mientras que fuentes no gubernamentales hablan de más de 350 asesinatos, a las fuentes de gobierno les hacen falta unas clases de matemáticas básicas para aprender a contar, porque en sus listas no aparece ni la tercera parte de la cifra real.
Se tiene una Fiscalía Especial para la Investigación de Homicidios de Mujeres, sin embargo a pesar de que en ese lugar trabajan también mujeres en lugar de preocuparse y en verdad buscar soluciones al problema, prefieren hablar muy bien de la Procuraduría de Justicia, lo que han olvidado es que ellas también son mujeres y que sus hijas, sobrinas o nietas corren el mismo riesgo que aquellas de las que “según” investigan sus casos.
Cada vez son más las mujeres que por la necesidad se ven orilladas a tomar decisiones que pueden afectar su vida no sólo positivamente, esa es la situación de muchas de las han cambiado su lugar de residencia a Ciudad Juárez, mujeres que como algunos dicen: “le echan ganas para salir adelante”.
¿Con qué derecho se le quita la vida a una persona? Yo me pregunto si todo esto responde a que son mujeres, porque no se han dado casos de asesinato a hombres, es repugnante que el derecho a vivir se pierda por personas que no están bien de sus emociones o tienen traumas que no les permiten darse cuenta de la magnitud del daño que están cometiendo.
Las autoridades en lugar de buscar soluciones efectivas expresan que los culpables ya están detenidos, pero detrás de las rejas están sólo aquellos que sin siquiera pensarlo responden a las características de los asesinos “supuestamente”.
Casi todas las víctimas son estudiantes y obreras, son secuestradas y sufren de violencia sexual, mordazas, mutilación, golpes, cuchilladas y más para finalmente quedar sin vida y ser tiradas como un costal de basura en lotes baldíos dentro de la ciudad o en lugares solitarios en las orillas.
Esta muerte no se le desea a nadie y si bien es cierto que no es posible poner a un policía detrás de cada mujer para ser cuidada, lo que si es posible es comenzar a ejercer justicia de verdad, deteniendo a quienes son culpables y contratando personas eficientes para desempeñar los cargos que esta difícil pero necesaria investigación requiere.
De no hacerse nada a la voz de ¡YA! La situación se volverá cada vez peor y bajo esas normas que vive el mexicano, en las que después de ver que algo sucede con continuidad lo convierte en normal estaremos cerca de ver “normal tantos asesinatos.
1 comentario:
Interesante su llamado de atención frente a la normalización de la violencia y el crimen de mujeres que por desgracia ya es costumbre en nuestro país.
Creo que usted logró un avance muy bueno en esta entrega. Primero, escribió más y segundo, con su soltura característica que logró aliñar con datos.
Por eso me gusta su inteligencia y sensibilidad que siempre demostró en sus tareas. La conmino a seguir así.
Sólo algunos detalles:
1. Cuide los acentos.
2. No repita palabras, recurra a los sinónimos.
3. No olvide lo que significa la economía de lenguaje.
Por lo demás, ha sido un privilegio trabajar con usted. Espero el último artículo.
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