domingo, 5 de abril de 2009

Leer, una cuestión amorosa



Entrevista a Ofelia Antuña
Por Alicia Domínguez Torres


¿Leer? Efectivamente, se trata de ese verbo tan mencionado, que en ocasiones parece ser más sustantivo. Pareciera que los mexicanos gustamos de vivir en constante lucha, contra las adicciones, contra la pobreza y contra infinidad de cosas, entre ellas la falta de lectura en los jóvenes. Lo que hoy interesa es saber qué se está haciendo y hacia donde va este difícil camino pero enriquecedor al final de todo.
“Leer es como una cuestión amorosa, si ya no te gusta la dejas” expresó Ofelia Antuña con una gran sonrisa y una mirada que parecía estar recordando algo. Desde el comienzo de la entrevista no hubo momentos de silencio, solo preguntas y respuestas, estas
últimas acompañadas por el constante movimiento de sus manos.
–¿Cómo fue que te enamoraste del placer de la lectura?
Para mi la historia de la lectura es como mi historia amorosa. Para empezar en mi casa había libros. Mis papás no son muy lectores. Mi papá es un cinéfilo apasionado, el todo lo sabe por medio del cine. Mi mamá es más de libros técnicos. Si hay un libro que me mueva mucho se lo paso, pero tiene que ser algo que no la perturbe. Pero todo empieza cuando de niña me regalaban muchos libros, de hecho de chiquita me heredaron libros. Y a esa edad era como de que feo. Pero los abrí y eran de esos como con suaje. Y entonces yo amaba a esos libros. De la adolescencia para acá fue que vi cierta persona que leía y nos empezamos a acercar y esa persona me dijo léete esto, y
de ahí para acá ha sido como un encadenamiento que va ligado con el amor.
“No hay un orden para leer. Es de cada quien la decisión de qué leer. Son distintas etapas, pero no se tienen ni deben de seguir” comentó nuestra entrevistada cuando se le menciono que en cada edad se leen determinados libros; “Cada quien elige dependiendo de lo que le interesa” finalizó.
–¿Ha existido una época en la que se leyera mucho entre los jóvenes?
–¡Guao! Para empezar habría que ubicar en dónde. Por ejemplo nosotros contamos con estadísticas de lectura por placer. Pero en general hay un uso frecuente de libros de forma académica. Sería muy aventurado decir que si o no a nivel campus. A nivel nacional la estadística de lectura nacional es de 4.2 libros aproximadamente en el caso de adolescentes, y eso es porque está inflado por las lecturas escolares. Por esta razón estoy trabajando en esta área en la investigación. No se puede decir que antes se leía más porque se veía menos tele. Lo que hay son estudios que hablan de diferentes prácticas de lectura. Hay diferentes tipos de lectores, quienes leen e
n blogs, quienes leen en diferentes formatos electrónicos.
–¿Cuál ha sido uno de los problemas que te has encontrado en la investigación?
–Encontrar bibliografía ha sido uno de los más grandes problemas en la investigación. Ahora por una parte resulta un problema, y por el otro es un reto. En México encontré las estadísticas del último estudio de lectura. En Latinoamérica hay poco. Encontré más en Francia, como Michele Petit que escribe sobre trabaja el derecho a leer, lectura en jóvenes, lectura por placer, lectura en obreros, personas que piensas no tiene
nada que ver con la lectura.
El estudio que Ofelia Antuña realiza está enfocado principalmente en la lectura por placer, pero para evitar que quedaran dudas definió el concepto: “Es una lectura por decisión propia. Se fundamenta en una decisión independiente de cada uno. Yo decido leer esto y así como lo decido lo dejo. Es una lectura porque nos llena el espíritu, nos hace sentir bien. “
–Actualmente se puede leer en blogs, y en otras medios distintos a los impr
esos. Es igualmente válida esta lectura en comparación con la lectura clásica del libro.
–Por supuesto. Dependiendo de la necesidad que se tiene. Hay lectura referente , que es una que tiene que ver con informarte. Dependiendo de la finalidad es el medio. Pero en Internet si se está promoviendo la lectura por placer, hay muchos blogs, mucha gente que lee y escribe. Pero lo que es válido para el lector es válido, es libre.
Vestía jens azules y una blusa verde de manta, a pesar de que el salón era pequeño, ella se notaba cómoda con el pié sobre la silla. Ofelia Antuña es promotora de la lectura, y pensando en ello, para quien esto escribe viene a la cabeza el dicho popular “candil de la calle, oscuridad de su casa” por lo q
ue fue preciso hacer la pregunta de qué es lo que se hace en el campus para promover la lectura. A lo que Ofelia contestó: “En el Tec desde hace 10 años hay un programa de fomento a la lectura. Con ferias de libro, al comienzo se hacían para vender los libros de texto. Posteriormente se inició el café literario con Susana Crelis, que se sigue llevando hasta la fecha cada 15 días y el tendedero liteario¨.
–¿Qué le hace falta a México para ser un país lector?
–Uff! Libertad para elegir yo creo. Para empezar tenemos un sistema educativo que si nos vamos a las raíces te obliga. Tienes que leer, debes de leer. Además hay muy pocas bibliotecas públicas. Hay hogares donde sólo se cuenta con los servicios básicos, no se tiene para un libro. Nosotros somos parte de una elite privilegiada. Es una cuestión económica y una cuestión política. Las lecturas que se manejan son fragmentarias, hay un control muy fuerte.
Para concluir expresó: “Se trata de seducir a los jóvenes para que se acerquen, porque no sólo es la cuestión del placer, es también una cuestión política, si no leemos nuestra forma de pensar, nuestra opinión sobre diversos temas se vuelve muy corta. La información que tenemos en diferentes medios de comunicación la comparamos. En unos medios la información es más rápida. En periódico vemos un poco más la cuestión de análisis. Eso nos crea una postura política no sólo implica decir yo voto por tal partido. Más allá de disfrutar es formarno
s como seres políticos”

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